Enero

• Realiza las tareas de mantenimiento del jardín: prepara el terreno para el césped, pon a punto las herramientas de jardín, limpia los estanques, etc.
• Continúa la poda de árboles y arbustos.
• Puedes plantar rosales y coníferas si el suelo no está helado. También puedes plantar flores en semillero protegido.

Febrero

• La temperatura en este mes es variable. Si aún no ha pasado el frío del invierno, es recomendable esperar a marzo para la siembra y plantaciones de exterior.
• Poda arbustos de flor y árboles frutales.
• Puedes plantar plantas que florecen en primavera y árboles y arbustos de hoja caduca.
• Abona el césped y siembra en las manchas secas.
• Cava la tierra del jardín, abona con estiércol y elimina las malas hierbas.
• Prepara los cercos para las flores, clava zanjas y mezcla el estiércol/abono.

Marzo

•   • Siembra semillas de plantas de verano en el interior.
• Comienza a plantar bulbos de primavera como tulipanes y narcisos.
• Abona las plantas perennes y los arbustos.
• Divide y trasplanta las plantas perennes según sea necesario.
• Inicia la preparación del suelo para nuevas siembras de verano

Abril

• Transplanta las plantas en el exterior a medida que el clima se calienta.
• Siembra directamente en el jardín cultivos de primavera como lechugas y guisantes.
• Empieza a cuidar y nutrir las plantas de interior que saldrán al aire libre en verano.
• Poda las plantas de floración temprana después de que se marchiten las flores.

Mayo

• Planta cultivos de verano como tomates, pimientos y calabacines.
• Riega regularmente y controla las malezas a medida que aumentan las temperaturas.
• Fertiliza las plantas de contenedor y cuelga cestas con flores.
• Abona el césped y realiza las primeras siegas.

Junio

•    • Continúa cuidando y riego de los cultivos de verano.
• Recoge y disfruta de las primeras cosechas.
• Poda las plantas de crecimiento vigoroso para dar forma y mejorar la estructura.
• Mantén un ojo en las plagas y enfermedades, aplicando tratamientos según sea necesario

Julio

• Riega regularmente durante los días calurosos de verano.
• Mantén el césped bien cuidado, cortándolo regularmente.
• Recolecta frutas y verduras a medida que maduran.
• Asegúrate de mantener las áreas sombreadas bien regadas y protegidas del calor.

Agosto

• Continúa cosechando los cultivos de verano y preserva los excedentes.
• Siembra cultivos de otoño y invierno en interiores para trasplantar más tarde.
• Poda las plantas perennes que florecieron en verano y retira las flores marchitas.

Septiembre

• Cosecha los últimos cultivos de verano como tomates y pimientos.
• Empieza a sembrar cultivos de invierno como brócoli y espinacas.
• Planta bulbos de flores como tulipanes y narcisos para la primavera.
• Abona el césped para fortalecerlo antes del invierno.

Octubre

• Siembra cultivos de invierno como zanahorias y cebollas.
• Planta plantas que florecen en primavera y árboles y arbustos de hoja caduca.
• Realiza labores de limpieza en el jardín, eliminando hojas caídas y restos de plantas.

Noviembre

•  • Siembra ajos y chalotes para cosechar en la primavera.
• Planta arbustos y árboles de hoja perenne para añadir estructura al jardín.
• Protege las plantas sensibles del frío con mantas térmicas o mulch.
• Suspende el riego del jardín y el corte de césped.
• Riega las plantas de interior con agua tibia.

Diciembre

• Continúa cuidando de los cultivos de invierno, asegurándote de regar adecuadamente.
• Poda árboles y arbustos de hoja caduca para dar forma y eliminar ramas dañadas.
• Aprovecha para planificar tus proyectos de jardinería para la próxima primavera.

Este plan de calendario te proporciona una guía general para las tareas de jardinería durante todo el año. Asegúrate de adaptar las tareas según tu ubicación geográfica y las condiciones climáticas locales. ¡Disfruta de tu jardín a lo largo de las estaciones!

"El Arte de la Planificación: Diseña tu Jardín para el Éxito" La clave para un jardín exuberante y armonioso radica en la planificación. Antes de empezar a plantar, observa la exposición al sol, el tipo de suelo y las necesidades de agua de tu área. Elige plantas que se adapten a estas condiciones y crea un diseño que fluya con tu espacio. Recuerda considerar el tamaño adulto de las plantas para evitar la congestión. ¡La planificación meticulosa es la base de un jardín que florece con belleza y vigor!